Los
Números han sido siempre portadores de concepciones religiosas y mágicas desde
la más remota antigüedad. La idea de pluralidad fue al principio en los pueblos
primitivos, una noción global y poco precisa, sirviendo de precedente al
concepto más elaborado de número. En sus orígenes, el número vendría a ser como
una cualidad que adornaba los objetos.
Esta
concepción que introdujeron los pitagóricos en sus enseñanzas secretas, y que
igualmente asimilaron culturas tan antiguas como la hebrea y la árabe, ha sido
avalada por los Mensajeros, tanto en el A.D.A.M.A. como en el Libro de Samahel.
El número es guarismo mágico, expresión de estructuras eidéticas y que
trascienden del tiempo, casi como si se tratase de categorías angélicas. Estos
razonamientos, que no parecen ser tan aventurados, han llamado la atención de
los psicólogos de las profundidades.
En este
caso se dice que los números 3 y 7 son dos cifras simbólicas o mágicas.
Aquí tienen el porque:
EL TRES: Representa el resultado de la tensión
subyacente en la pareja, simbolizada por el dos. El numero tres también expresa
la esfera divina en la dimensión de lo transcendente (La Trinidad de muchas religiones y culturas) o la suma de
los dos primeros números como expresión de la fusión de lo celeste en lo
terrenal.
Representa las
tres manifestaciones de lo temporal: Presente, pasado y futuro.
Significa “el
Hijo junto a su padre y su madre”, reflejando la síntesis biológica y la
totalidad armónica del hombre.
Simboliza igualmente
de lo que estamos constituidos: Espíritu, Alma y Cuerpo.
Esta
cifra, ha ostentado siempre una especial predilección por parte de
numerosos pueblos, sea cual fuese su religión. Tres fueron tradicionalmente los
Reyes Magos, tres los hijos de Adán y Eva...
Iconográficamente se
representa principalmente por medio de un triángulo equilátero, también por un
tridente, el triglifo y otras figuras.
Aquí
tenemos un ejemplo de un romance con el numero tres, que se refiere a la
relación de esta cifra con las "Tres Marías" (Tema de las doce palabras), o con la Trinidad (La Baraja) :
"En
el Tres yo considero
aquel
misterio contemplo
que hay
tres personas distintas
y un
solo Dios verdadero..."
EL SIETE: Tiene
el carácter simbólico del ciclo completo (Siete
notas musicales, Siete colores, Siete son los Ángeles y Energías de los
días de la semana...). Reúne en sí mismo la suma de los órdenes
ternario y cuaternario, y junto al hecho de ser el más elevado de los números
primos de la década, es asociado por su carácter indestructible con la
Virginidad y, en diversas ocasiones, con el dolor. La superstición del
número siete (Heptalatria), se halla muy difundida en todo el mundo.
"El
zorro de las Siete colas", es el símbolo del genio maligno entre
los chinos; "Las Siete Hadas de los Siete colores" ; "la Flor de
Loto" de siete hojas como planta propiciatoria; las Siete vueltas que
se deben dar en torno al templo de La Meca; los Candelabros de Siete brazos...
Cada
período lunar dura siete días, y los cuatro períodos del ciclo lunar
corresponden a la suma de los siete primeros números. El período o ciclo
de siete años, ha ostentado gran significación en la vida de los humanos. Por
estos y otros motivos, el siete ha representado en muchas culturas la expresión
de un ciclo completo, la entrada en un nuevo período de transformación y la
“totalidad de la acción cumplida”.
Iconográficamente se
le representa por medio de la Menorah de siete brazos.
Aquí
tenemos un romance con el numero siete, que es un conocido romance
de " El veneno de Moriana". En él, se hace alusión al siete en su
aspecto mágico:
"Escogió
siete hojitas
de
aquel fino solimane (veneno)
cogiólas
bien y majólas
y en el
vino las fue a echare"
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